Una vez, creo que Dios mandó un ángel a consolar a mi Madre, y si no era un ángel, poco le faltó.
Estando ella, ha pocos días de la muerte de su madre - mi abuela, de la que ya hablé una vez - cayó en uno de sus Bajones Emocionales Tristes - tiene bajones emocionales neuróticos también - y en la esquina del Paseo Ahumada y La Alameda, se puso a llorar amargamente.
Habíamos salido a dar una vuelta, para despejar la mente, y luego de haber hecho unas cuantas compras compulsivas, en aquel lugar, se acordó de algo, hubo un detalle en el camino y le agarró una pena muy profunda que le oprimía el pecho y no la dejaba seguir.
Entramos a la Farmacia, de esa esquina - si no me equivoco, una Cruz Verde - y se sentó un rato en uno de los asientos del lugar, pidió un vasito de agua tratando de tragar las lágrimas saladas más diluídas e intentando frenar la desesperanza que la embargaba, sin embargo, siguió presa del desconsuelo.
En algún momento, entró un hombre mayor, calvo, con barba y bigotes albos, y que además, para asombro mío, vestía de pantalones y polera - tipo hippie - blanca a la farmacia, y viendo la pena de mi madre, se sentó junto a ella, y comenzó a preguntarle sobre su tristeza.
Conversó mucho rato. Y a pesar de que yo estaba con ella, no escuché mucho la conversación, pero pareció surtir efecto sedativo, por que la pena de mi madre se fue apagando suavemente, hasta que finalmente le arrancó una sonrisa leve.
Al final, este hombre de blanco, sacó una rosa roja de una pequeña bolsa que andaba trayendo consigo, y se la entregó a mi madre, con todo el respeto que podía ofrecerle, y ella agradeciéndole el consuelo se despidió. La pena, que era mucha, se esfumó.
Quizás, como creerán algunos, sólo se trataba de un hombre, que se compadeció de mi madre y usando unas pocas buenas palabras pudo consolarla un poco. Para mi, fue un ángel que la abrigó con sus alas, y le dió el consuelo que tanto le pedía a Dios. Fue una luz en la oscuridad que reinaba en su mente y su corazón.
Y si realmente esta persona no era un ángel, sí escuchó muy claro el mensaje que le soplaron al oido, cuando, una tarde, caminando por el Paseo Ahumada, vió a una mujer que lloraba con tristeza y con dolor, sentada en un asiento, en la farmacia de la esquina.
9 comentarios:
Veo la serie de Joana de Arcadia y Dios se manifiesta entre nosotros y no como nos imaginamos,al igual que los angeles pienso lo mismo.
Te he linkeado en mi blog,mis mejores saludos cordiales.
Sin duda, sin duda alguna!...Que Dios te bendiga!.
Alter ego: Muchas gracias, por linkearme a tu página. Tengo la esperanza, de que en algún lugar del mundo hay un ángel para mi, visible o invisible, debe estar por allí espiandome para guiarme y consolarme en los momentos que lo requiera. Muchos saludos, besos y abrazos.
Oscár: Muchas gracias por las bendiciones, espero que estés muy bien, y que visites y comentes nuevamente en mi blog. Saludos y besos desde la costura final del mundo.
No sé mucho de ángeles...pero sí he sentido ese impulso de llorar en forma amarga; hace años, mientras trabajaba con mi viejo, descansábamos un rato cuando empezó a sonar una canción de Obie Bermúdez titulada "Antes"...me acordé de cierta persona y me fui en llanto.
Creo que hay una que otra figura protectora que no se deja ver pero hace su trabajo; con todo lo que me ha pasado, debiera de estar medio al costado del camino...pero no es así y, aunque hago aportes, el mérito no es todo mío.
Saludos y besos cordiales.
P.D.: Parece que estamos aprendiendo algunos trucos de la Blogósfera, ¿eh?
Se encuentran aquí para ayudarnos a elevar nuestra amante comprensión y se vinculan con nosotros en
un plano que no somos capaces de interpretar, más si de entender internamente. Angeles escondidos estan entre nosotros tu,yo y todos tenemos nuestro angel de la guarda.
Luis Alejandro (Mi Dulcito): Siempre hay algún ángel atento, para agarrárnos cuando caemos. Y si, creo que estoy aprendiendo sobre este extraño mundo de la blogósfera. Besos y abrazos estratosféricos.
Alter ego (el otro yo): Mi ángel de la guarda, debe tener un trabajo agotador. Espero no aburrirlo, de tanto solicitar su guía. Besos y abrazos.-
Patty no hay dudas esos angeles existen y andan entre nosotros, en cuanto los reconocemos desaparecen pero nos dejan sus alas...
Antes de navegar a otros blog,primeros son mis links es cuando más rato estoy con Uds.por que os lo mereceis. Mis saludos y no me cansaré si no es una fuerza mayor.
Ljudmila: Me gusta sentir de vez en cuando el roce de sus alas alrededor. Empequeñecen mis problemas con sus abrazos e iluminan mi camino con su luz.-Gracias...
Alter ego (el otro yo): Es usted y su blog, una visita obligatoria para mi tour blogero. Cuidese.
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