lunes, 7 de enero de 2008

De Los Extremos

Julio Martínez, fue uno de los últimos seres humanos que se fue acompañado hasta por el perrito vago de la esquina.
Su vida, su forma de llevarla y la forma en que enriqueció la vida de muchos, lo llevó a ser una de las personas más queridas del país.
Cambiaron nombres de calles y de Estadios por él. Todos los canales de televisión siguieron su funeral y las muestras de amor que le hicieron todos los que pudieron acercarse a su féretro o durante el camino al panteón, fueron muy emocionantes para el telespectador. Salió en los diarios casi por tres días consecutivos, donde hablaban cosas lindas de él y de su trabajo en el medio de comunicación y en su entorno familiar. Fue una despedida digna de reyes o de héroes épicos.
En el otro extremo tenemos a don Eulogio, un viejito que murió solo en su casa, se presume que antes de navidad, pues el estado de descomposición de su cuerpo - estaba hinchado, y habían larvas pululando por doquier - lo dejaba ver.
Nadie, se había dado cuenta que llevaba dos semanas muerto, encerrado en una casa donde el calor debe haber hecho su buen resto en su cuerpo.
Una vecina sintió un olor a podredumbre espantoso, por lo que llamó a la policía y an entrar encontraron tamaña sorpresa.
Nadie lo visitó para Navidad, ni mucho menos para Año Nuevo. Se murió solo, y por lo que observaron los policías, parecía haber estado enfermo, pues encontraron en el suelo, sangre y vómitos.
Los vecinos lo recordaban como un hombre tacaño y cascarrabias, que recogía tierra de la calle y se la llevaba a su casa en un maletín. Recolectaba cachureos que también llevaba a su hogar.
Era un viejo solo, que vivió sus últimos días solo y que para más pena se murió solo. Ni el perro vino a verlo.
Tiene hijas y nietos, que nunca vinieron a saber de él, si estab enfermo o necesitaba algo, presumiblemente, por su mal carácter.
Pero lo más triste, es que hasta el momento de la noticia, este viejo, Don Eulogio, de 78 años, se encontraba abandonado en el Servicio Médico Legal. Nadie lo había ido a buscar, ni a ver, ni a reconocer, ni nada.
Él , muy precavido, habría comprado 8 sepulturas, hace un tiempo, por lo que se salvaría de la triste realidad de muchos que mueren solos -a quienes nadie recuerda o quieren recordar - la fosa común.
Por un lado tenemos a un hombre al que todo el mundoacompañó en su último viaje, y en el otro rincón, a un hombre a quien nadie supo ni cuando se murió.
La Soledad, situación que casi nadie nota, pero que existe, es cruel y silenciosa, lástima que le haya tocado a él.
No es el único que ha muerto así. No podemos olvidar al niño que murió de hambre en su casa, debajo de una cama, aferrado a un trozo de pan duro. Nadie supo que estaba muerto, hasta que a alguien le pareció raro que faltara al jardín infantil. Nadie escuchó su llanto cargado de tristeza y de hambre. Murió solo, y era un angelito, una pobre criatura de Dios.
Muchos quedan abandonados a merced de la vida, y nadie los nota. Ni siquiera notan cuando no los ven en el barrio, caminando por los pasajes, o como en el caso del niño, de sus correrías, gritos y risas.
Que tristeza, que el mundo se vuelva tan individualista. Todos viven para sí, y da lo mismo lo que pase alrededor, o lo que le suceda a los demás.
Don Eulogio, pudo haber estado solo en su muerte, pero allá, donde llegamos todos, le aseguro que nunca más lo estará, por que Don Julio, J.M. lo invitará a comentar partidos de futbol y tomarse un helado de vainilla light, sentados en una banca, a la luz de la luna y el sol.

6 comentarios:

alter-ego dijo...

Como bién dices cada uno a su interes individualista,y es verdad cada vez son más.¿por que ese egoismo propio?.
Escribes lo que te dice tu corazón,eres sincera.Un saludo cordial.

Oscár dijo...

Excelente! verdaderamente excelente! lo pone a reflexionar a uno, me parece segun mi opinión quehabla tmabién d ela esperanza, si me lo permites, quisiera hacerlo coincidir con la enciclica papal Spe Salvi, y es que en cada uno persiste la esperanza y finalmente se cumple, fijate, allá somos todos iguales, tmabien lo somos acá pero nos hemos ocupado en crear diferencias, pero al fin y al cabo, el pobre, el rico, el negro, el blanco, el joven y el anciano, se sientan a relatar un partido de futbol y vaya que si un buen partido.A Pelotear pues!.

Padre Oriol dijo...

Si de verdad creyeramos en le mandamiento del amor que nos da Cristo...

Ludmila Hribar dijo...

Gracias Patty. Emocionante la historia de dos polos opuestos pero que Dios quiera se encuentren sin pensar que habian pasado por el mundo por sendas tan diferentes. Gracias. Lindo tu blog me gusta.

Anónimo dijo...

Pusiste el dedo en la llaga de forma necesaria...claro, grande Don Julio, pero no por ello hay que olvidar a otras personas que, cuando menos, merecen una muerte digna y no estar dos semanas botados hasta que el olor delate el triste y solitario final.

Con todo respeto, lo que no me queda claro es por qué compró ocho sepulturas...si con una bastaría, ¿o no? Saludos cordiales.

Sailorpelusona dijo...

Alter ego: No es malo pensar en si mismo, solo que hoy, ese amor propio, se transformó en egocentrismo, y las paredes de las casas no nos separan solamente del vecino, si no, que nos separan del mundo.
Oscár: La esperanza es lo único que ya nos va quedando, porque hasta la capacidad de asombro la hemos perdido. Los únicos que la conservan - y no por mucho tiempo - son los niños, por eso, creo yo, que Crsto los amaba tanto.
Padre Oriol: Tanto añoramos el amor de Cristo, pero olvidamos el amor al prójimo.
Ljudmila: Tenemos la fe y la esperanza que llegaremos al mismo lugar, y eso nos consuela.
Luis Alejandro: No tengo idea por que 8 sepulturas, quizás a estas alturas de su viva, no estaba pensando bien.