De Vuelta A Mi Realidad.

Bueno, como se habrán dado cuenta, me desaparecí casi el mes de febrero completo, y es que me di unas enormes vacaciones, paseandome en dos regiones de mi Chilito Lindo.
Fuí a Pichilemu, en la VI Región del Libertador Bernardo O'higgins, Capital del Surf y del paseo en carro tirado por caballos y las playas de arenas oscuras y aguas frías. Pasé 5 días muy entretenidos con mi bebito, mi sobrina y mi mamá. Arrendamos una cabaña y aprovechamos que se encontraba a pasos de la playa, para tostarnos hasta los tuétanos. Dormíamos hasta tarde y nos llevabamos tomando café - único vicio que me queda, después de tener que dejar el chocolate a un lado - y comiendo sandía. No hay mucho que contar por que andabamos un poco cortos con el billete así que no salimos mucho.
Después, me invitaron a La Serena - la abuela de mi hijo - que está en la linda IV Región, y que se caracteriza por ser la cuna de las papayas y el Faro.
Allí salí un poco más a conocer, fuí a la casa-escuela de Gabriela Mistral donde olía a papel viejo y madera añeja, con un bello jardín donde aún se oían a los niños recitando y cantando rondas, conocí el mausoleo donde descansa la poetiza, donde hay un busto de ella donde se ve abrazando el vacío, un niño invisible que se le escapa por entre sus brazos mientras en un rincón un hombre toca en un arpa canciones tristes, tan tristes como la imágen de La Gabriela.
Pasé por El Valle del Elqui y también fui a conocer Punta de Choros, una caleta de pescadores de un minúsculo pueblo, donde hicimos un tour a la Isla Damas a ver la fauna de la zona. Fue hermoso ver a tan poca distancia, delfines y pingüinos, lobos marinos y otras aves marinas, además de encontrar el la Isla Damas una playa de arenas blancas y aguas cristalinas y deliciosas para flotar un buen rato con la mirada hacía las nubes y escuchando solo en mar.
Bueno, ahora llegué a Santiago, a la ciudad y como siempre las deudas y los problemas me vuelven a acosar. Tendré que ponerme seria en algunas cosas, pero en otras - en muchas más - seguiré siendo la más terca, no dando a torcer el brazo ante las penurias. Hay quienes la pasan peor que yo y andan por el mundo con una sonrisa inmensa, hay que seguir el ejemplo y avanzar por la vida.
Muchos saludos y besos a todos y hasta que todo el mundo se acueste y pueda sentarme a escribir más largo y tendido.