viernes, 14 de marzo de 2008

De La Humanidad Que Olvidamos.

Una vez más caigo seducida por el diario y me interno en sus hojas y sus letras, hasta perder de vista la costa.
Allí encuentro una entrevista a un hombre que fue más que uno de los tantos que circulan por las calles del país, imnotizados por la rutina y el taco de la hora pick y se transformó en un héroe para nuestros hermanos menores, ante la pobreza de espíritu de los que se suponen humanos.
Este señor, pasando por las vías que urbanizan la ciudad, vió tirada en el pavimento - o por lo general, el asfalto - a un perro que había sido atropellado, dejando toda su "perreridad" embarrada en el suelo. Se bajó del móvil que conducía y notó que la víctima de tan vil accidente, era una perra, que estaba preñada y que por el golpe - no dudo que haya sido un golpe seco y sin ánimos de deternerse - había partídose el vientre y sus crías habían quedado desperdigadas por el suelo.
Nuestro personaje, mientras era testigo de tan horrible escena, escuchó un ruido y se dio cuenta que entre tanto drama, uno de los cachorritos-fetos, gemía entre las víseras de la madre muerta. Lo cogió y le saco el cordón umbilical, para librarlo del contacto de la muerte que se avecinaba a paso fuerte, lo acunó y se lo llevó a su casa, mientras en el camino lo intentaba aliviar del frío con el vaho de su boca.
El asegura que es un feto muy pequeño, que lucha con uñas y dientes por ser más fuerte que la muerte. Lo mantiene en una incubadora improvisada envuelto en un pantaloncito de lana y lo alimenta cada 3 a 4 horas con una fórmula especial que sustituye la leche materna.
Estos son verdaderos héroes de los sin voz ni voto.
No sé si todos habrán presenciado un atropello de animales - ya sean perros o gatos - pero sé que ante este escenario, el corazón se nos recoge, mucho más para los que amamos a los animales y un sentimiento de rabia nos puede llegar a inundar ante la frialdad que tienen los conductores, que ni siquiera recogen a las víctimas del accidente, dejándolas a merced del siguiente auto, micro, camión o lo que venga detrás, golpes y ruedas que lo ultiman o lo esparsen grotezcamente en la calzada.
¿Cómo no se pueden dar cuenta que estos bichitos también sienten dolor? Si le pisas una pata o la cola reaccionan ante esa acción, ¿Que pueden llegar a sentir entonces cuando el golpe seco de un parachoque los lanza lejos de la vida?
Éste hombre nos enseña, que una de las virtudes del hombre que, aunque se está perdiendo, aún vive dentro del corazón de pocos, es el de la compasión, por lo que al estar frente a esta situación, la "Humanidad" debería dictar nuestros actos.
Por ejemplo, cuando un atropello sucede en mi casa, yo, tomo el animal muerto y lo hago a un lado de la calle, DIGNIFICANDO la muerte de un SER VIVO.
No pido que lo hagan, sólo pido que piensen, que sientan, que se COMPADEZCAN de los hermanos menores. Ellos no tienen la culpa de ser abandonados por su amos, por que no fueron nunca realmente queridos. Un amo si quiere a su mascota, jamás la deja abandonada.
La vida les tocó así a ellos, dignifiquémosla cuando no podamos darle un espacio en nuestro hogar.
Quien les hace mal a ellos, se lo hace a un ser que no puede preguntar porqué, y si somos incapaces de respetar la vida de uno de ellos, que son como niños, mucho menos podremos respetar la vida de nuestros iguales.
Busquen en su alma, la HUMANIDAD de cada uno, echenla afuera, no permitan que la vida olvide Amar, pues del amor fuimos hechos y con amor haremos al mundo mejor.
Besos, he vuelto, en gloria y majestad!

3 comentarios:

LUZ DE LUNA dijo...

Hola amiguita, mil gracias por dejar palabras tan lindas en mi rinconcito.
Te dejo un beso

Anónimo dijo...

Recuerdo haber leído hace años una historia acerca de una persona que usaba sus vacaciones o pedía permiso sin goce de sueldo para rescatar animales que estuvieran metidos en tragedias climáticas como inundaciones o huracanes. Terri Crisp (que así se llamaba) decía que los seres humanos siempre tienen quien se preocupe de ellos, mas no así los animales.

Bastante fuerte la historia que nos señalas, Pelusona querida...me pregunto si es que alguien habrá acudido con mejores medios en ayuda de ese cachorro recién nacido. Recuerdo una vez que vi un pajarillo negro al borde del camino...cuando lo iba a recoger, aparece un auto a toda velocidad y lo hiere gravemente al ave.

Saludos cordiales y compasivos.

Sailorpelusona dijo...

Luz de Luna: De nada linda luz...lo único que te pediría de todo corazón...ES-QUE-LEAS-Y-COMENTES-EN-MI-BLOG-TAMBIEN!....Suena a desesperación...jajaja!

Luisito: Lo único que nos queda es pensar...y mucho mas...sentir cuando un hermano chico (un animalito) está sufriendo y ayudarlo de alguna manera.
Mi madre, hace mucho tiempo, encontró entre un basural a un perro que lloraba días conmpletos. Tenía distemper y lo habían ido a botar para que agonizara hasta morir. Mi madre pidió a un conocido que es veterinario para que le hiciera la eutanasia. La muerte es lo último que podemos darle a un animal...sólo si sufre y agoniza cruelmente se convierte en una salida mejor para él. Besos...